"Oda al Hígado" di Pablo Neruda


Oda al Hígado


Modesto, organizado amigo,
trabajador profundo,
déjame darte el alade mi canto,
el golpede aire,
el salto de mi oda:
ella nacede tu invisible máquina,
ella vuela desde tu infatigable y encerrado molino,
entraña delicada
y poderosa,
si empreviva y oscura.
Mientras el corazón suena
y atraela partitura de la mandolina,
allí adentro tú filtras
y repartes,
separas y divides,
multiplicas y engrasas,
subes y recogeslos hilos
y los gramos de la vida,
los últimos licores,
las íntimas esencias.
Víscera submarina,
medidor de la sangre,
vives lleno de manos y de ojos,
midiendo y trasvasando
en tu escondida cámarade alquimista.
Amarillo es tu sistema
de hidrografía roja,
buzo de la más peligrosa profundidad del hombre,
allí escondido siempre,
sempiterno, en la usina,
silencioso.
Y todo sentimiento o estímulo
creció en tu maquinaria,
recibió alguna gota de tu elaboración infatigable,
al amor agregaste fuego o melancolía,
una pequeña célula equivocada
o una fibra gastada en tu trabajo
y el aviador se equivoca de cielo,
el tenor se derrumba en un silbido
al astrónomo se le pierde un planeta.
Cómo brillan arriba los hechiceros ojos de la rosa,
los labios del clavel matutino!
Cómo ríe en el río la doncella!
Y abajo el filtro y la balanza,
la delicada química del hígado,
la bodega de los cambios sutiles:
nadie lo ve o lo canta,
cuando envejece o desgasta su mortero,
los ojos de la rosa se acabaron,
el clavel marchitó su dentadura
y la doncella no cantó en el río.
Austera parte o todo de mi mismo,
abuelo del corazón, molino de energía:
te canto y temo como si fueras juez,
metro, fiel implacable,
y si no puedo entregarme amarrado a la pureza,
si el excesivo manjaro
el vino hereditario de mi patria
pretendieron perturbar mi saludo
el equilibrio de mi poesía,
de ti, monarca oscuro,
distribuidor de mieles y venenos,
regulador de sales,
de ti espero justicia.
Amo la vida:
Cúmpleme! Trabaja!
No detengas mi canto.